Las personas físicas, como las identifica el Servicio de Administración Tributaria (SAT), deben pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) por cualquier ingreso que tengan en su haber, mismo que puede llegar a incluir las transferencias bancarias o depósitos en efectivo.
Para iniciar, debemos citar la primera parte del artículo 1 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta Federal, que asegura que las siguientes personas físicas como morales deben pagar este impuesto:
Las residentes en México, respecto de todos sus ingresos cualquiera que sea la ubicación de la fuente de riqueza de donde procedan
Los residentes en el extranjero que tengan un establecimiento permanente en el país, respecto de los ingresos atribuibles a dicho establecimiento permanente
Los residentes en el extranjero, respecto de los ingresos procedentes de fuentes de riqueza situadas en territorio nacional, cuando no tengan un establecimiento permanente en el país, o cuando teniéndolo, dichos ingresos no sean atribuibles a éste
Tomando en cuenta lo mencionado, hay que tener en claro que las cuentas bancarias son susceptibles a revisiones y todo dinero que llegue a las cuentas puede ser considerado como un ingreso.
Dicho esto, las transferencias electrónicas también pueden ser consideradas como ingresos por el SAT.