Joel JAVIER ESPINOZA
Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, Oax., Al agradecer y pedir por la comunidad religiosa en su conjunto, conmemorando a la Santísima Virgen de Lourdes y la Jornada del Enfermo que la Iglesia celebra, en el marco de sus 20 años de vida sacerdotal, el presbítero Ricardo Vásquez Ojeda, en celebración Eucarística, acompañado por religiosas y católicos de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, con su intercesión, pidió por todos los enfermos, su salud y pronta recuperación así como por todos los difuntos, además, para que el Señor Jesucristo le siga concediendo lo que necesita para salir adelante en su ministerio sacerdotal.
Previamente, en el rezo del Santo Rosario que en alabanza al Señor y a la Santísima Virgen María se realiza en este templo parroquial, los feligreses, en meditación de los misterios dolorosos, agradecieron con plegarias y alabanzas al Cuerpo y Sangre de Cristo todo el amor que derrama al mundo, a las familias y comunidades.
“Gracias Señor por nuestro Sacerdote Ricardo Vásquez Ojeda quien hoy cumple un año más de su ministerio; acompáñalo siempre”, “Santísima Virgen María, cuídalo, te lo pedimos Señor”, “Pedimos y damos gracias a Dios por un año más de su sacerdocio y servicio a Dios”, referían.
En oración, Vásquez Ojeda añadió: “Padre Santo, tú que me has elegido, no por méritos míos a participar del eterno sacerdocio de Cristo en el servicio de tu Iglesia, concédeme anunciar tu Evangelio con humildad y valentía para administrar con fidelidad tus sacramentos, por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y que es Dios por los siglos de los siglos, amén.
En reflexión al Santo Evangelio, agradeció por el don del sacerdocio, por éstos 20 años que le ha concedido el Señor. “Los tiempos han transcurrido rápidamente, en este proceso he estado al servicio de la Iglesia desde Diácono y, posteriormente como sacerdote.
En principio, rememoró, como Diácono estuve en la Parroquia de Camotlán, en Tuxtepec que anteriormente correspondía a la Diócesis de Oaxaca. Recién ordenado, estuve seis meses en la Parroquia de Ixtayutla, en la región Mixteca colindante con Puerto Escondido y, posteriormente, me incorporaron en el Seminario menor como formador en donde estuve tres años con los jóvenes que aspiraban al sacerdocio.
Mi primer parroquia fue Santa María Ozolotepec, atendiendo también la Parroquia de San Juan Ozolotepec, con una experiencia muy hermosa que Dios me concedió por cinco años y después mi trabajo pastoral lo realicé en la Parroquia de San Pedro Apóstol, Ocotlán por cinco años y cinco meses.
Seguidamente el 5 de Febrero, hace 6 años, llegué a esta Parroquia de Nuestra Señora del Rosario para ejercer el ministerio del Sacerdocio que gracias a Dios me ha concedido. He visto la carencia de las comunidades así como de uno mismo, sé que me ha faltado trabajar y dar más porque hay quienes consideran que nuestra misión nada más es celebrar la Santa Misa, sin embargo, quienes están más cerca de nosotros como colaboradores, saben que tenemos que atender y trabajar con el Plan Diocesano Pastoral con apoyo de las distintas pastorales de Kerigma, Liturgia, Diálogo, Proceso entre otras, con un acompañamiento permanente y coordinado.
Nos falta y tenemos pendientes en este proceso pastoral muchas acciones que Dios nos está pidiendo, pero afortunadamente tenemos la colaboración y participación de todos los fieles de nuestra comunidad, por nuestra comunidad y hermanos de fe.
Al manifestar su mejor disposición para seguir adelante con la invitación, incorporación e integración de nuevos católicos, Vásquez Ojeda enfatizó que el ministerio del Sacerdocio es una gracia y regalo de Dios. “Nadie tiene derecho a ser sacerdote, es un don y se nace con una vocación porque Dios nos llama a todos; Los sacerdotes hemos sido llamados por gracia de Dios para prestar un servicio a la comunidad, representando a Cristo.
Como bautizados, sacerdotes y administradores de los sacramentos, entregaremos cuentas de nuestra misión a través de los lineamientos y normas de la Iglesia”. En este contexto, exhortó a los jóvenes a incorporarse a esta vocación religiosa.
A partir de nuestra profesión de fe, añadía, desde el seno de nuestras familias, debemos sembrar y cultivar esta semilla de la vocación sacerdotal, a partir del bautismo en nuestros hijos y ya cuando ellos crezcan decidirán si aceptan el llamado de Dios. Conjuntamente, insistió religiosas, religiosos y demás representantes del Señor trabajemos para que haya más vocaciones, que la comunidad crezca, madure y de frutos de vocaciones de fe.
Vásquez Ojeda, indicó que aun cuando no es perfecto, sin que esto sea una excusa, también es humano al igual que todo ser humano, con debilidades y es ahí donde necesita y se encomienda a la oración de sus hermanos de fe para que Dios le ayude, ilumine y guie para mantenerse fiel a su ministerio.
Agradeció a todos los presentes y ausentes en esta celebración por su gran apoyo y solidaridad en su ejercicio pastoral, así como a sus hermanos de sangre y de fe en este proceso así como a todas las personas que le han acompañado y pidió que el Señor les compense por lo su cercanía, apoyo y respaldo así como por todos los sacerdotes. En el caso particular, citó al entonces Arzobispo de Oaxaca, Héctor González Martínez, quien estuvo muy cercano al Seminario y quien le confirió el sacramento del Sacerdocio.
En oración, pidió al Señor para que con su espíritu santifique a toda su Iglesia. En tanto, los presentes rogaron a Dios por su párroco Ricardo Vásquez Ojeda para que lleno del Espíritu Santo que recibió y saciado de la palabra divina, enseñe adecuadamente al pueblo que tiene encomendado.
Además, para que cumpliendo fielmente su ministerio, congregue a su pueblo y se entregue al bien de la Iglesia y de los fieles como modelo del rebaño, así como también de manera conjunta rogaron para a nuestro Señor Jesucristo bendiga a esta Parroquia, libere al mundo de toda miseria, sea Padre para los desvalidos, apoyo para los que sufren, alimento para los pobres, salud para los enfermos y perdón por nuestros pecados. Vásquez Ojeda puntualizó en este acto de fe y de oración su agradecimiento a todos los laicos, agentes de pastoral y hermanas religiosas así como por todas las comunidades que le han acompañado en su vocación sacerdotal.