Al participar en la Reunión Regional de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos Zona Sur, el ombudsperson oaxaqueño, Bernardo Rodríguez Alamilla consideró indispensable repensar y fortalecer el papel de estos entes creados hace tres décadas.
Ante la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) Rosario Piedra Ibarra, así como sus homólogos en el país, el titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), refirió que las Comisiones se crearon para –en su momento— hacer frente a un Estado que omnipresente y omnipotentemente, transgredía los derechos principalmente en el ámbito civil o político, además de incurrir en detenciones arbitrarias, tortura y desaparición forzada.
E incluso, dijo, los organismos defensores de derechos humanos fueron pensados a similitud de las entonces procuradurías, lo cual los mantenía alejados de la ciudadanía y complicaba el acompañamiento a las víctimas de derechos humanos; por ello, “es necesario generar herramientas que atiendan de manera eficaz las solicitudes de la ciudadanía”, apuntó.
En este sentido, desde el trabajo diario de la propia DDHPO, se ha podido observar que cuando las personas acuden a plantear una queja, no vienen pensando en que se abra un expediente, sino en que se le ayude a resolver una problemática lo más pronto posible.
De ahí, reiteró, la importancia de poner al centro de las actuaciones de los organismos defensores de Derechos Humanos a las víctimas y con base a ellas, repensar acerca del propio trabajo institucional de estos entes.
Refirió que generar condiciones de gobernabilidad y una eficaz gobernanza son requisitos básicos para cualquier Estado moderno que se precie de respetar derechos humanos, “pues ningún Estado avanza o se desarrolla en medio del caos, además de que los derechos fundamentales de las personas están también en constante riesgo”, advirtió.
Oaxaca, detalló, cuenta con más de 10 mil comunidades, la gran mayoría regida por sistemas normativos internos en constante interacción, lo cual, de manera natural genera problemáticas que en gran porcentaje son resueltas por las propias comunidades, sin embargo, existen también conflictos que implican la participación de actores externos a las comunidades y que no pueden ser resueltos por los modelos tradicionales de justicia, de tal forma que se tienen que generar procesos distintos de acompañamiento, defensa e incluso mediación bajo enfoque de derechos humanos.
Refirió que durante los últimos dos años de trabajo al frente de la DDHPO, se ha participado en distintos procesos de mediación entre comunidades, lo cual ha permitido generar condiciones para la resolución de las problemáticas, incluso para la liberación de personas retenidas en estos conflictos, lo que demuestra que cuando se ofrecen alternativas frente a las autoridades tradicionales de justicia, las propias comunidades otorgan confianza.
Destacó que la mediación bajo enfoque de derechos es una estrategia que coloca al centro de la actuación a las personas y no a los expedientes, es decir, se piensa y se actúa en función de las víctimas, lo que contribuye a ser eficaces a las solicitudes de las personas.
Asimismo, explicó que con esta estrategia se fortalece el vínculo entre los organismos defensores de derechos humanos y la sociedad civil organizada, organizaciones sociales, sindicatos, magisteriales, de salud, comerciantes, etc.
Y ante los limitados recursos con los que cuentan los organismos defensores de derechos humanos, señaló que la mediación bajo enfoque de derechos se vuelve una herramienta importante para proteger las prerrogativas fundamentales de las personas, a la par del procedimiento clásico de la tramitación del expediente de queja, sostuvo.
Por ello, Rodríguez Alamilla reiteró la importancia de replantear el papel de los órganos públicos defensores de derechos humanos: “tenemos, de manera autocrítica, que replantearnos cuál es papel que hemos jugado como instituciones de Estado en la defensa de los derechos humanos, observar si ha sido eficaz el papel o si se están repitiendo viejas fórmulas que quizás no tenga un impacto profundo dentro de la sociedad”, finalizó el ombudsperson oaxaqueño.