El Estado de Oaxaca es un territorio repleto de referencias históricas, culturales y arquitectónicas que lo posicionan en un lugar de privilegio como destino turístico. Ubicado al suroeste del país, se trata de una zona con mucha influencia indígena, gracias a la representación de diversos grupos étnicos, siendo los mixtecos y los zapotecos los más reconocidos. Además, cuenta con diversas zonas de interés, en gran parte costeras, como Bahías de Huatulco, Zipolite, Puerto Escondido o Mazunte.
La tradición histórica y cultural de Oaxaca también es un atractivo para millones de personas alrededor del mundo. Esto se debe a la gran conservación de las tradiciones indígenas que hay en la zona, junto con importantes sitios arqueológicos, como Monte Albán y Mitla. Debido a su riqueza histórica, muchos territorios fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Por otro lado, a pesar de la amplia y compleja definición de cultura, no caben dudas de que la gastronomía es parte de la misma. Por lo que, gracias a la fuerte presencia tradicional en Oaxaca, los platos típicos principales no se pueden dejar de conocer y probar.
Mole negro
Descubrir la amplia gastronomía oaxaqueña es también conocer una parte importante de su cultura. Y uno de sus platos más típicos es el mole negro. Consiste en elaborar una salsa con un conjunto de ingredientes que la tornan entre picante y agridulce. Tiene una preparación compleja, que incluye los siguientes ingredientes: chile chilhuacle negro y rojo, tortilla quemada, calabaza, pasitas, jitomate, plátano macho, ajo, tortilla quemada, canela, pasilla, manteca de cerdo y chocolate. También algunos frutos secos, como almendras, cacahuates, nueces y nuez moscada.
Tasajo
Cualquiera que visite Oaxaca tiene que probar este plato característico, elaborado a partir de carne de res y presentado como tacos. La carne se conserva mediante la sal y el secado al aire libre, o con humo de leña. Además, este corte puede incluirse dentro de un algún guisado o también cocinarse al fuego. Lo importante es la forma de conservación de la carne.
Tlayudas
Tortillas de maíz de tamaño grande que llevan una cocción más larga, lo que les da una consistencia más crocante. El relleno se elabora con algunos de los siguientes ingredientes, según el gusto personal: chorizo, queso, tasajo, asiento o cecina. Las tlayudas, también conocidas como clayudas, suelen medir alrededor de 30 centímetros de diámetro y se acompañan con mezcal o cerveza.
Caldo de piedra
Un plato típico de los pueblos de la zona. Se obtiene mezclando rebanadas de jitomate, ajos, hierba santa, chile verde y cebolla con agua. Su nombre se debe a que durante la cocción se agregan un par de piedras muy calientes. Sin embargo, no puede ser cualquier piedra, sino algunas que se encuentran en la zona norte del Estado de Oaxaca, de donde proviene el platillo. Esta sopa o caldo suele contener, además, camarones o trozos de pescado.
Salsa de chicatanas
Una salsa también característica de las culturas regionales, la cual se prepara a través de las hormigas chicatanas. Primero se lavan en agua, luego se doran y se le quitan las alas y, por último, se muelen en el molcajete o mortero. La mezcla se acompaña con ajo, sal, cebolla y chile verde asado. Se trata de un plato sabroso y picante, que puede servir como salsa para pollo u otras carnes.