• Jue. Nov 21st, 2024

Impulsa diputada María Luisa Matus acciones para evitar embarazos de niñas y adolescentes

Oaxaca. La diputada local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), María Luisa Matus Fuentes, propuso en la Máxima Tribuna de Oaxaca que se reforme la fracción II del artículo 30 de la Ley de Desarrollo Social para el Estado de Oaxaca, esto para buscar evitar el embarazo en niñas y adolescentes.

Explicó que, la Organización Mundial de la Salud (OMS), establece la adolescencia es entre los 10 y los 19 años, es decir cuando inician la edad fértil, que abarca parte de la niñez, pubertad y la adolescencia. 

Abundó que, el embarazo en niñas y adolescentes no sólo tiene repercusiones en la salud de estas y de sus hijos, también en las opciones para su proyecto de vida, en sus relaciones sociales y en sus posibilidades de desarrollo, entre otros aspectos.

“Ser madre o padre a muy temprana edad, suele reforzar una serie de condiciones de vulnerabilidad asociadas a la falta de preparación para esa responsabilidad, características propias del desarrollo en esa etapa y a la adopción de roles de género tradicionales, así como a la pérdida de vivencias y adquisición de conocimientos propios de las etapas de la infancia, pubertad y adolescencia. Adicionalmente, la maternidad y paternidad temprana, suele tener efectos negativos graves en los hijos e hijas, exponiéndose a condiciones adversas que obstaculizan su desarrollo”, aseveró la legisladora priista.

Atajó que, este es un fenómeno que ha cobrado importancia en los últimos años debido a que México ocupa el primer lugar en el tema, entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad. Asimismo, en México, 23 por ciento de las y los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y los 19 años. De estos, 15 por ciento de los hombres y 33 por ciento de las mujeres no utilizaron ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual.

Por lo anterior, dijo que, “cuando una niña o una adolescente queda embarazada, significa que hemos fallado como garantes de sus derechos, la vida de esa niña o adolescente cambia radicalmente. Es posible que abandone la escuela, por lo que su inclusión al mercado laboral suele ser en condiciones precarias, perpetuando el círculo de la pobreza. Además, su salud e incluso su vida también se ven comprometidas. Las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de muerte en niñas y adolescentes y como Poder Legislativo debemos de garantizar las políticas públicas para la prevención del embarazo en niñas y adolescentes en nuestro Estado y con ello erradicar esta problemática”.

Fue clara al señalar que, la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea) estableció un Grupo Interinstitucional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (gipea) en el plano federal y que las entidades federativas constituyeron el Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (gepea), pero a pesar de los esfuerzos realizados, aún no se ha podido erradicar el problema de embarazos en niñas y adolescentes.

“Este problema está ligado a diversos factores, económicos, sociales, de acceso a la educación sexual y acceso al sistema de seguridad social para obtener métodos anticonceptivos gratuitos o bajo costo e inclusive en los pueblos y comunidades indígenas, en costumbres arraigadas como la venta o el rapto como se le conoce, es por ello que se debe fortalecer la politíca pública para erradicar el embarazo en niñas y adolescentes”, comentó María Luisa Matus Fuentes.

Finalmente, consideró la importancia de la iniciativa que propuso para que el estado como ente garante, que implemente una Política Pública Estatal de Desarrollo Social y Humano, para que considere un programa prioritario para llevar a cabo las acciones necesarias a fin de prevenir y erradicar el embarazo adolescente en nuestro estado.

“Garantizar a las y los jóvenes un programa prioritario para erradicar el fenómeno de los embarazos a temprana edad y no deseados es una oportunidad para su libre desarrollo”, concluyó.