Parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes, Oax., Septiembre 15.- “Todos estamos llamados a ser discípulos amados de Jesús. Ser fieles a Cristo, escuchar su palabra, vivir el Evangelio y acompañarle no solamente en momentos alegres y buenos, sino también en situaciones adversas como Jesús en su pasión y de la cruz”, señaló en homilía el presbítero Ricardo Vásquez Ojeda, en reflexión al santo Evangelio, al presidir la celebración religiosa en esta parroquia, acompañado de colaboradores y agentes de pastoral del templo parroquial de nuestra Señora del Rosario.
“Seamos discípulos amados, somos cristianos porque somos amados de Dios y porque tenemos una madre, la Virgen María, estamos llamados a vivir nuestra fe como debe ser y no reducirse a un sentimiento, sino con un compromiso, una donación de nuestra vida, porque eso es el amor. El Señor es generoso con nosotros y debemos aprender a ser generosos, concibamos en nuestro corazón la palabra de Dios, que se vaya arraigando en nosotros y se haga visible en nuestra vida, seamos imagen viva de Cristo”, agregaba.
Acompañado del diácono de este templo parroquial, José Miguel Peralta Basaldú, en el inicio del Novenario de la festividad de la “Señora de las Mercedes”, y de católicos de este popular sector poblacional de la capital del Estado, y en acción de gracias por todas las personas que forman parte de la comunidad de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario y del Sector Uno, los presentes hicieron oración por todos los enfermos y personas graves que están en los hospitales, así como también oraron por el eterno descanso de todos los difuntos y todas las ánimas del purgatorio.
En este inicio de rendición de culto que se lleva a cabo del 15 al 23 del presente en vísperas de la Fiesta Patronal a celebrarse el domingo 24 de este mes, en el que los católicos de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, perteneciente a San Sebastián Tutla, de manera individual o asociada abrazando su fe y culto llevaron su ofrenda y en oración colectiva proclamaron su adoración a la Santísima Virgen y amor a Dios.
“Venimos a rendir culto a la Virgen María, el culto siempre a Dios, pero, también a nuestra madre, la Santísima Virgen María que es la que nos acompaña y encomendamos a ella, para que siga siendo el modelo de nuestra vida cristiana para todos. Hoy vienen sólo algunos de los colaboradores de la Virgen del Rosario, entre ellos niñas y niños, una pequeña muestra de respeto, de hermandad, fe y solidaridad de los católicos de este sector habitacional”, agregaba el representante parroquial Vásquez Ojeda, en entrevista posterior.
En la celebración religiosa, llevada a cabo en un espacio de la casa parroquial, a causa de los daños que ha sufrido este templo católico por diversos movimientos telúricos, el más reciente en el septiembre de 2017, el diácono Peralta Balsadú, por su parte, agradecía la presencia de sus hermanos católicos.
“Vienen con una fe a María, tienen a María como a la madre Celestial, vienen a visitar a nuestra madre Santísima de las Mercedes. María es una sola, en sus diferentes advocaciones y su presencia es importante, porque nos da los nexos hacia los que formamos un mismo Decanato. Estamos invitando a los católicos para que se acerquen, participen en nuestra festividad y celebrar a nuestra Santísima Señora de las Mercedes.
Tenemos un templo en situación compleja, un tanto difícil, pero la Iglesia en su conjunto, los que formamos parte de ella la hacemos fuerte, la apuntalamos, la fe nos une. Tenemos que estar adheridos a Cristo y a nuestra Madre Santísima para que nos fortalezca en nuestra vida diaria, hoy más que nunca. necesitamos acrecentar nuestra fe y luchar por ese deseo de ser mejores hijos de Dios y amar a María a través de sus familias, amarla con nuestras obras y en nuestra vida ordinaria”, puntualizaba.
Finalmente, Vásquez Ojeda, agradeció la invitación al responsable de la Parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes, para rendirle culto a la Santísima Virgen. “Necesitamos conocer la palabra de Dios, la verdad que nos enseña, Jesús nos trae un mensaje que es la salvación eterna, la salvación de nuestra alma y todo nuestro ser. Dios es fuente inagotable de amor, aunque seamos mal agradecidos. Él no deja de amarnos, recibamos el Evangelio, esa bendición, esa comunión con Dios e intercesión de la Virgen María y hacer lo que nos dice el Señor con su palabra así como de la Santísima Virgen María que dijo a los discípulos en las bodas de Caná: “hagan lo que Él les diga”, acompañemos a Jesús en todos los momentos de nuestra vida y en los momentos de la vida de Jesús”, puntualizaba. (Joel JAVIER)
