En la madrugada de este viernes 19 de noviembre tendrá lugar el eclipse parcial de Luna más largo del siglo.
Esa noche, una parte del satélite entrará en la zona más oscura de la sombra terrestre y se teñirá de rojo. Según el Instituto de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) durará seis horas y dos minutos y podrá contemplarse desde todos los rincones de la República Mexicana, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.
En el centro del país el espectáculo arrancará a las 00:02 de la mañana del viernes. A esa hora, la Luna entrará en la penumbra, que es el cono externo y más claro de la sombra terrestre.
“Resulta que la sombra de la Tierra tiene dos componentes, un componente que se llama la penumbra, que es la parte más tenue, y otra parte que es más oscura, que se llama umbra. Son como dos conos: uno interno que es la umbra, y otro externo que es la penumbra”, explicó Raúl Mújica, astrónomo del INAOE y del Comité Nacional Noche de las Estrellas, en entrevista con Infobae México.
Al atravesar la penumbra, el satélite se oscurecerá ligeramente, pero este cambio será difícil de apreciar a simple vista.
Después, a la 01:19 de la madrugada iniciará la etapa más llamativa, conocida como fase parcial. En ese momento, la Luna ingresará en la zona más opaca de la sombra terrestre, denominada umbra. No se sumergirá por completo en este cono -si lo hiciera, estaríamos hablando de un eclipse total-. Sin embargo, sí se cubrirá el 97% del diámetro y entonces, toda esa superficie se teñirá de rojo.
Ese es el punto máximo del eclipse parcial, y ocurrirá concretamente a las 03:03 horas. Será el mejor momento para contemplar el fenómeno porque nos permitirá distinguir los tonos carmesí y la tridimensionalidad de nuestro satélite.
“Cuando hay un evento de estos no debemos desaprovecharlo. Una porque no necesitamos ningún aditamento. La otra es que a mí en particular los eclipses totales, este va a ser casi total, es el momento que me parece que podemos ver el 3D de la luna. O sea, sí podemos verla realmente como una esfera, más que como un disco”, dijo Raúl Mújica.
Para seguir la función no se requieren instrumentos profesionales de observación, y tampoco lentes para proteger los ojos. Como siempre, se recomienda contemplar el evento astronómico desde lugares con cielos oscuros, alejados de la contaminación lumínica de las grandes ciudades, y serán muy importantes las condiciones meteorológicas.
El pasado 26 de mayo, durante el último eclipse total de Luna, la suerte jugó en nuestra contra y las nubes entorpecieron la observación en numerosos estados. Sin embargo, esta vez parece que contaremos con un escenario más favorable.
“Está digamos en mejor posición en el cielo, estamos en mejor época para tener cielos despejados, al menos aquí en México. Cada uno de estos eventos hay que aprovecharlos. Siempre digo que el peor enemigo de los astrónomos son las nubes. Siempre hay que estar en el frente de batalla para estas observaciones, hay que intentarle una y otra vez”, agregó el experto.
Fases del eclipse, con horas del centro de México:
Es importante recordar que el eclipse ocurrirá durante la madrugada del viernes 19 de noviembre, así que quedan muy pocas horas para que comience.
* 00:02 horas: Comienza el eclipse. La Luna entra en la penumbra de la Tierra (fase penumbral).
* 01:19 horas: la Luna empieza a entrar en la umbra de la Tierra. Arranca la fase parcial.
* 03:03 horas: punto medio del eclipse parcial. Se considera el máximo y el mejor momento para apreciar el evento. Se cubrirá un 97% del diámetro de la Luna.
* 04:47 horas: la Luna se sitúa completamente fuera de la umbra de la Tierra. Finaliza la fase parcial.
* 06:04 horas: la Luna sale de la penumbra de la Tierra.
Duración total del evento: seis horas y dos minutos. Desde las 00:02 horas a 06:04 horas.
¿Qué veremos en el cielo?
Durante el eclipse, la Luna no desaparecerá pero sí cambiará de color, tiñéndose poco a poco de rojo, a medida que se adentra en la umbra. Esto ocurre porque la atmósfera de la Tierra solo deja pasar la luz roja del Sol, y bloquea otros colores, como azules, verdes o amarillos.
Así, podríamos decir que la sombra de nuestro planeta es principalmente de color rojo por este efecto de refracción. Al proyectarse sobre la Luna, la tiñe de gamas cálidas. Sin embargo, esta vez otro factor influirá en el croma. Y es que desde el pasado 19 de septiembre, el volcán de la Palma, en España, ha expulsado partículas que modificarán la intensidad del rojo.
“Lo más probable es que se vea un poco más oscuro que los eclipses. Generalmente cuando hay este tipo de actividad volcánica o hay por ejemplo grandes incendios, cambia el tono de la luna. Hay gente que se dedica a observar estos eclipses, a medir el color. Hay como una especie de escala de tonos rojos en los eclipses de luna y va digamos de un rojo oscuro a uno brillante, casi casi anaranjado. Entonces dicen que cuando la atmósfera está más limpia, el tono rojo es más brillante, más anaranjado. Y cuando hay este tipo de eventos se ve un poquito más oscuro, tirando a café”, explica Raúl Mújica.
“Entonces hay esa escala. Esto se espera, por supuesto, porque todas esas partículas que están saliendo del volcán pues se van a la atmósfera y son las que digamos enrojecen esa luz que viene del Sol, dispersan la luz y después se refractan y se va hacia la Luna”, agregó.