- Dios quiere que logremos la salvación, la felicidad plena: RVO.
Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, Oax., Marzo. El presbítero Ricardo Vásquez Ojeda, inició la celebración religiosa correspondiente al Tercer Viernes de Cuaresma ante feligreses que asisten de manera presencial y de quienes vía redes sociales dan seguimiento a este encuentro de oración con el Señor en este templo parroquial.
Previamente, los católicos con devoción, acompañaron e hicieron oración ante el Santísimo Sacramento para posteriormente, llevar a cabo el rezo del Santo Viacrucis y en cuyo acto de piedad, participaron y recorrieron diversas calles de esta unidad habitacional, como parte de las actividades previstas en estos días de reflexión, penitencia y conversión espiritual con motivo de la Cuaresma.
Acompañados por el responsable de esta Parroquia, del equipo de Pastoral y coordinado en este Tercer Viernes de Cuaresma por el grupo de Intercesión, así como de integrantes del grupo de Acólitos de esta Parroquia, los bautizados en Cristo, entonaron diversos cantos religiosos y rezos durante las 14 Estaciones, en las que igual número de familias las recibieron y en cada una de las cuales se dio cuenta de un episodio de la Pasión de Cristo.
En este encuentro entre Dios y su pueblo, hogares y diversas calles han sido adornados con colores blanco y morado, que simbolizan luz, pureza y gracia; así como esperanza, penitencia y austeridad en estos días de Semana Santa en el cual se rememora que Jesús nos redimió con su muerte en la Cruz y como una manifestación de los católicos de vocación, respeto y amor al Hijo de Dios y su divinidad.
Posteriormente, en celebración litúrgica, el sacerdote Ricardo Vásquez Ojeda, en oración colecta con los presentes, agregaba: “Concédenos, Dios todo poderoso, que, purificados por la práctica de la sagrada penitencia, nos hagas llegar, con alma limpia, a los santos misterios que se aproximan”.
En este encuentro con Dios, para llenarse de su gloria, los asistentes pidieron por los enfermos, por las necesidades de la comunidad, por los fieles difuntos, las almas del purgatorio, por la salud, el trabajo y bienestar de las y los representantes de los diversos medios de comunicación que contribuyen con la difusión del Santo Evangelio, en este camino pascual con el cual Jesús pasó por la muerte en la cruz, pero no a su fin, sino a su gloriosa resurrección y divinidad.
En reflexión al Santo Evangelio (Mateo 21, 33-43, 45-46), agregaba: “Dios tuvo todos los cuidados con el pueblo de Israel, los sacó de la esclavitud en Egipto, los fue acompañando por el desierto, les concedió la tierra prometida, esperando que ese pueblo viviera de acuerdo a la voluntad de Dios, que diera buenos frutos, pero la triste realidad es que el pueblo de Israel no supo responder al amor de Dios.
En su parábola, habla de que varios fueron enviados por Dios a Israel y al final, dice, envió a su propio Hijo, diciendo: “A Él si lo van a respetar, le van a hacer caso ya que es el Hijo”, y ¿qué pasó con el Hijo?, el Hijo es Jesús, el verbo hecho carne.
Esto, lo vamos a vivir en unos cuántos días, la muerte de Cristo. Podríamos decir que malo que el pueblo de Israel no supo responder al amor de Dios. Pero, nosotros, cuestionaba, ¿respondemos al amor de Dios? Él constantemente nos está llenando de bendiciones, desde que comenzamos a existir Aprendamos de todo lo que Dios nos da. Reflexionemos acerca de nuestra vida y nuestras familias. Tengamos presente a Cristo en nuestra vida. Él siempre nos va a bendecir, acerquemos a Dios, a sus mandamientos y el Evangelio.
Ahora estamos viviendo este tiempo de Cuaresma, es un tiempo que Dios nos da para volver a Él. Nos ofrece la salvación; Es un Padre amoroso, perdona nuestras faltas y pecados pero cuando no nos arrepentimos y pedimos perdón también hay un castigo. Seamos agradecidos con Dios, dejemos que vaya orientando nuestra vida, para que al final, llenos de alegría, presentemos buenos frutos que serán gozo y alegría para Dios y más para nosotros que vamos a disfrutar de esas bendiciones.