“El sábado 11 de julio de 2020, una ardilla encontrada en el pueblo de Morrison dio positivo en la prueba de la peste bubónica. La ardilla es el primer caso de peste en el condado”, informaron este domingo a través de un comunicado las autoridades del condado de Jefferson, en Colorado, Estados Unidos.
El gobierno local no precisó en qué estado se encontraba el animal ni cómo pudo haber contraído esta enfermedad, causante de la pandemia más mortífera de la historia. La noticia se conoce una semana después de que una ciudad del norte de China emitiera una alerta sanitaria de nivel 3 luego de que se detectase un posible caso de peste bubónica. La Comisión Municipal de Sanidad de la ciudad de Bayannur reveló que un pastor de la zona de la Bandera Media de Urad había sido ingresado en un hospital local en el que se le diagnosticó esa enfermedad.
A principios de julio, Mongolia ordenó la entrada en cuarentena de la ciudad de Tsetseg, en la provincia occidental de Khov, luego de que se detectaran dos muertes por peste, según informaron las autoridades sanitarias locales. También se dispuso el cierre parcial de la frontera con Rusia, para evitar que se trate de un brote que pueda propagarse más allá de los límites del país.
“La peste es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Yersinia pestis, y puede ser contraída por los seres humanos y los animales domésticos si no se toman las precauciones adecuadas”, explicó gobierno de Jefferson en el comunicado emitido el domingo. “Los seres humanos pueden infectarse con la peste por mordeduras de pulgas infectadas, por la tos de un animal infectado o por el contacto directo (por ejemplo, a través de una mordedura) con sangre o tejidos de animales infectados. Los gatos son muy susceptibles a la peste y pueden morir si no se los trata rápidamente con antibióticos”.
Otros animales, como los perros, no son tan susceptibles a la enfermedad, pero pueden recoger y transportar pulgas de roedores infectados. Por eso, las autoridades del condado llamaron a los dueños de mascotas que sospechen que pueden estar enfermas a consultar a un veterinario. Además, solicitó a todos los vivan en zonas con presencia de animales salvajes a hacer un control estricto de las pulgas de sus mascotas para ayudar a prevenir la transferencia a seres humanos.
Las víctimas en Mongolia, cuya identidad no fue revelada hasta el momento, habían consumido carne de marmota. De hecho, la enfermedad es conocida en la región como “peste de la marmota”. No es la primera vez que el país asiático recurre a una medida similar en la región afectada. Previamente cerró un cruce fronterizo clave con Rusia en mayo de 2019 bajo la sospecha de que pudo haber desempeñado un papel en un brote anterior de la peste, tras la muerte de un matrimonio que había comido la carne del mismo animal.
El gran brote de “peste negra” de la Edad Media comenzó precisamente en Asia Central, y desde allí pasó por la Ruta de la Seda hasta llegar a la península de Crimea en 1343. Alojada en las pulgas de las ratas negras, se esparció por toda Europa usando como medio de transporte a los barcos mercantes. Las estimaciones más conservadoras sostienen que mató al 30% de la población europea, pero las más audaces dicen que hasta el 60% pudo haber muerto como resultado de la pandemia. El continente tardó 200 años en recuperar su nivel anterior de habitantes, aunque algunas regiones, como Florencia y sus alrededores, tardaron hasta el siglo XIX.
Los expertos dicen que los descendientes directos de la misma peste bubónica todavía existen en la actualidad, matando a unas 2.000 personas al año. La caza y el consumo de carne de marmota está prohibida en Mongolia. Sin embargo, la población local se alimenta del roedor de manera frecuente pese a las advertencias sanitarias.
De todos modos, al ser causada por una bacteria, la peste puede ser tratada eficazmente con antibióticos cuando se diagnostica a tiempo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó la semana pasada que está supervisando de cerca los casos de peste bubónica en China, enfatizando que la situación no representa una gran amenaza y está “bien gestionada”.