Cancún, Quintana Roo.- En el último día de actividad del primer bloque de paraatletismo, Rebeca Citlaly Cortez Montaño cerró su participación con medalla de plata en la prueba de lanzamiento de bala, de la categoría 16-18 años, superada por los 45 centímetros que lanzó Lucero Porcayo, del estado de Morelos.
Como en los días anteriores, Rebeca entró temprano a la prueba de campo en busca de su tercera medalla, pues ya tenía la gana en lanzamiento de disco y bala, superando en ambas, a la competidora del estado de Morelos, que en esta ocasión cobró la afrenta arrebatando el oro para la oaxaqueña.
El mejor lanzamiento de la oaxaqueña fue el tercero, con una distancia de 7 metros, 89 centímetros, pero Lucero Porcayo lanzó a 8.31, lo que le daría la medalla de oro en una competencia donde solamente ellas fueron inscritas y ambas dieron la marca mínima de 5.25 para ser premiadas.
Santiago Pérez Pacheco, en la Juvenil Mayor 19-21 años, quedó en el quinto lugar con una distancia de 18.11. El primer lugar fue para Sinaloa con 22.81, seguido por Nuevo León con 21.67 y en tercero Jalisco con registro de 19.92.
En el golbol, el equipo femenil oaxaqueño de la categoría 13-17 años, recibió su merecida medalla de oro que las acredita como campeonas nacionales, luego de derrotar en par de ocasiones a Nuevo León y una a Jalisco.
La felicidad de las chicas no se podía ocultar, pues saben que es una medalla histórica para el deporte adaptado en Oaxaca, que no conformes con debutar, también ganaron la medalla de oro y para rematar lo hicieron por la vía del nocaut, es decir, diez puntos de diferencia.
Abril Pedro Anaya, Belén Beteta Hernández, Yaretzi Santiago Morales y Esmeralda Santiago Marcos lucieron orgullosas sus medallas, mismas que las motivan para seguirse preparando y poder refrendar el metal dorado el próximo año para seguir haciendo historia.
El golbol es el único deporte creado específicamente para personas ciegas o con baja visión. Participan dos equipos de tres jugadores. El juego se basa principalmente en el sentido auditivo para detectar la trayectoria de la pelota, la cual lleva en su interior cascabeles que suenan al movimiento del balón.