• Vie. Nov 22nd, 2024

El dilema del sistema federal mexicano. Liberalismo o autoritarismo.

Jorge E. Franco Jiménez. 

Un entorno público complejo en salud, seguridad, economía, política y social, contradictorio en múltiples temas que permite ubicarlo en la ruta de demoler todo aquello que rodea los tres poderes naturales del Federalismo Mexicano, como son los organismos autónomos, tarea en la que acaba de incluir a la Benemérita Universidad Autónoma de México lo que ha provocado la esperada crítica de miembros de la comunidad universitaria y de un buen segmento de la sociedad, como un factor más a la controversial política de choque que puso en marcha desde el inicio de su gobierno el Presidente López Obrador.

El sustento, es el desterrar todo órgano público que tenga como fuente el neoliberalismo del pasado asegura el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que al referirse a la máxima casa de estudios, la califica de derechista en los últimos tiempos; concepto que amplía que todas las universidades como sometidas por el pensamiento neoliberal; que los economistas de la universidad que defendían un modelo alternativo al neoliberal fueron silenciados; se requiere una sacudida y es una gran universidad, pero no estuvieron a la altura de las circunstancias, muchísimos académicos e intelectuales de la UNAM se dedicaron a legitimar la privatización, la Universidad Nacional Autónoma de México, fue afectada por el periodo neoliberal, perdió su esencia de formación de cuadros y profesionales para servir al pueblo; remató que “ya no hay los economistas, sociólogos, politólogos y abogados de antes, por lo que tampoco hay derecho constitucional, y “el derecho agrario es historia”

Al respecto es relevante destacar que la estrategia del Presidente López Obrador aunque criticada profundamente por sectores afectados con la implementación de las reformas impulsadas, se sustenta en los desvíos de los aplicadores del sistema liberal que derivó en abusos, impunidad, aprovechamiento de los recursos públicos, pero que, de alguna  manera, mantuvo el sistema con un mejor esquema de respuesta para la protección del derecho a la salud, un panorama de mayor seguridad pública, de educación, de pluralidad y respeto a los derechos humanos, aún con deficiencias.

Sin embargo, es evidente que la respuesta ciudadana mediante el sufragio, alimentada por la propaganda del entonces candidato a la presidencia, licenciado Andrés Manuel López Obrador, orientó la intención del sufragio sobre los desvíos de los encargados del gobierno en el neoliberalismo, como elemento esencial para provocar que, al mismo tiempo, se incentiva la división entre culpables, impunidad y corrupción que, para ello, habían estructurado todo lo que hoy se está arrasando.

En la presentación de la obra Convención Americana Sobre Derechos Humanos. Comentario, segunda edición, Fundación Conrad Adenauer, los editores citan los factores que favorecen un estado autoritario frente a otro democrático, liberal que tiene como base la libertad y los derechos fundamentales del hombre, que refleja lo que actualmente está sucediendo en nuestro país y de esa presentación reproduciré algunos de los señalamientos que contrastan estos dos sistemas y del cómo puede desarticularse el neoliberal mediante una serie de acciones impulsadas por los aspectos negativos de este.

Dicen los comentaristas, “La universalidad de los derechos humanos consagrados en gran parte del mundo desde lo constitucional hasta lo multilateral, en la actualidad está nuevamente sufriendo críticas y cuestionamientos crecientes. Percibimos un escepticismo no solamente en esferas y territorios donde la idea, en verdad, nunca llegó a echar raíces. La real o percibida ineficacia de algunos estados democráticos a la hora de responder a necesidades básicas como el acceso a la educación, sanidad y justicia, la seguridad, el empleo y otras, ha mermado la confianza en la capacidad del sistema político para cumplir con lo prometido. Incluso en aquellas latitudes en las que la troika de la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos parecían incuestionables, hay quienes han comenzado a desafiar el consenso liberal y a votar por caminos más restrictivos que, en últimas, implican un estilo político menos inclusivo, garantista y plural que, en el peor de los casos, termina por anular la democracia misma y la reemplaza por modelos autoritarios”

Clarifica lo anterior, con lo siguiente, “Semejante apuesta autoritaria despacha el diálogo constructivo y el respeto por la oposición política y las minorías como una capitulación ante lo “políticamente correcto” que, según nos quieren hacer pensar obstruye las soluciones, sobre todo aquellas fáciles que los auténticos defensores del pueblo alegan tener. El objetivo es dividir a la sociedad, por la construcción de “muros mentales.” Inventa mundos opuestos para separar, polarizar y crear odio y aversión. El mundo de los blancos y el mundo de los negros, el mundo de las mujeres y el mundo de los hombres, el mundo de los ricos y el mundo de los pobres, hasta que pasamos a hablar más de nuestras diferencias que de lo que tenemos en común. El autoritarismo trata de distraernos de lo esencial mediante la escenificación de escándalos jugosos y problemas prioritarios y urgentes causas que “legitiman” suprimir la expresión de opiniones opuestas, detener, torturar, descuartizar y desaparecer a los críticos.”

Lo expuesto en la presentación de la obra citada nos dan la idea objetivamente contrapuesta de lo que estamos viviendo en México. Transformar el Estado de Derecho diseñado como democrático que ha tenido como base, los Derechos Humanos, en alguna etapa denominados garantías individuales, mediante la estrategia del modelo autoritario, no garantiza a los mexicanos que tengamos un mejor sistema de salud, seguridad, educación, economía y político; por el contrario, la actual experiencia no indica que ambos sistemas han fallado, no en sí como tales, sino por manejo y manipulación que se hace de las instituciones establecidas.

Las opciones para los mexicanos siguen siendo orientar la balanza de nuestra elección de gobernantes a quienes ofrezcan una mejor oferta de respeto por el Estado de Derecho y los Derechos Humanos, apostar a lo contrario, implicaría por enrutarnos a lo que más daño causaría a las libertades fundamentales.

jfranco_jimenez@hotmail.com

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