Ciudad de México. Como parte de la entrega mensual del estudio “Atrocidades y eventos de alto impacto registradas en medios periodísticos”, Causa en Común reveló que, durante septiembre de 2021, se han cometido en el país, al menos, 438 hechos de extrema violencia que pueden ser clasificados como atrocidades. Para efectos del estudio, se define “atrocidad” como el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror.
Septiembre ha sido el mes con más víctimas en lo que va del año, con al menos 1,490. Este incremento se debe a los casos de violencia contra migrantes que se dan en todo el país. Durante este mes se presentó el número más alto durante el año de casos de violaciones agravadas, con al menos 14 casos. Los actos de terrorismo que se presentaron en Guanajuato y Puebla, fueron otras de las atrocidades que impactaron en la seguridad del país. En relación a las entidades, Zacatecas presentó el mayor número de masacres durante septiembre, con al menos 14. Guanajuato ha sido el estado con más casos de mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres, con al menos 15 casos en el mes.
Algunas notas ejemplifican la crueldad de este tipo de eventos:
• El 2 de septiembre, fueron encontrados los cadáveres de tres personas descuartizadas, calcinadas y embolsadas en Abasolo, Guanajuato.
• El 5 de septiembre, fue asesinada una mujer transexual en León, Guanajuato.
• El 5 de septiembre fue encontrado colgado de un árbol el cadáver de un hombre torturado y calcinado en Coacalco, Estado de México.
• El 7 de septiembre, fueron rescatados 341 migrantes que se encontraban secuestrados en Aguascalientes, Aguascalientes.
• El 19 de septiembre, se registró el homicidio de una familia, los cuales fueron desmembrados y calcinados en Chihuahua, Chihuahua.
• El 19 de septiembre, se registró un acto terrorista a través de un paquete explosivo en Salamanca, Guanajuato.
• El 21 de septiembre, fueron asesinadas una madre y sus dos hijas, las cuales fueron asfixiadas en Chiná, Campeche.
• El 24 de septiembre, fueron hallados los cuerpos de 9 personas que presentaban huellas de tortura en Pinos, Zacatecas.
• El 27 de septiembre, fueron identificadas 5 osamentas que pertenecen a yaquis desaparecidos en Cajeme, Sonora.
• El 28 de septiembre se registró un asesinato de un menor de 9 años a puñaladas por su hermana mayor en Xochimilco, Ciudad de México.
Las principales atrocidades registradas en medios periodísticos son: tortura (al menos 800 casos), mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres (al menos 640), fosas clandestinas (al menos 502), masacre (al menos 418) y asesinatos de mujeres con crueldad extrema (al menos 341).
Otras atrocidades que han destacado son: calcinamiento (al menos 310), y el asesinato de niños y adolescentes (al menos 290).
Los registros de atrocidades abarcan todo el país, concentrando el mayor número (al menos 1,476) en los estados de Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Chihuahua y Veracruz.
Los estados con el menor número de registros de atrocidades (al menos 101) fueron Durango, Coahuila, Yucatán, Baja California Sur y Aguascalientes. Al igual que con el resto de las entidades, habrá un número indeterminado de atrocidades que no fueron registradas por la prensa.
Cabe destacar que habrá un número indeterminado de atrocidades que no fueron registradas por los medios, y que permanecen aún sin ser conocidas.
Algunas propuestas:
• Cada ciudadano y cada comunidad tiene la responsabilidad de exigir a los gobiernos locales y al federal, al menos: a) reformas de cuerpos policiales y de fiscalías que atiendan insuficiencias como bajos sueldos, prestaciones incompletas, capacitación deficiente, y equipos e infraestructuras insuficientes; y b) la resolución de casos que han agraviado a la comunidad, con investigaciones sólidas.
• Son indispensables las aproximaciones sociológicas que trasciendan los enfoques meramente policiacos, que permitan la comprensión de las realidades locales, y que contribuyan a la construcción de políticas de seguridad, de prevención y sociales, que respondan a las realidades de cada comunidad y región del país.
• Es también evidente que la acumulación de violencias y atrocidades refleja patologías graves que presentan un reto social mayúsculo. A los enfoques policiales y sociológicos, deben sumarse enfoques psicológicos. Por ello, contrario al desmantelamiento prevaleciente de estructuras y programas del sector salud, deben éstos fortalecerse e incluir, de manera prioritaria, la atención psicológica especializada a escala nacional.