Ciudad de México.- A pesar del rebrote de COVID-19 en México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, descartó la posibilidad de que se implemente un confinamiento obligatorio en el país, debido a que más de 60 millones de personas se encuentran en condición de pobreza. Además, señaló quienes son partidarios de esta medida, “tiene resuelta la vida”.
Durante la conferencia de prensa vespertina, el funcionario refirió que “es muy notorio que quien sostiene esta visión tiene resuelta la vida. Tiene ahorros, vive de una nómina, tiene una red social, una casa cómoda, tiene servidumbre, tiene bienestar. Puede tener almacenado alimento, a lo mejor por meses”.
Sin embargo, desde su perspectiva eso “está lejos ser la realidad de la gran mayoría de los mexicanos”, pues el panorama social de este país es “tan inconveniente, tan injusto, tan ofensivo que se vuelve aún más delicado el tener atención diaria al balance entre el confinamiento y la protección social”.
En ese sentido también señaló que lo más importante es aplicar distintos tipos de medidas para mitigar la enfermedad e incluso destacó las acciones del gobierno de la Ciudad de México, el cual determinó establecer horarios para que los comercios no esenciales cierren más temprano ante el incremento de casos de coronavirus, los cuales posicionan a esta entidad como la más afectada en todo el país.
Este mensaje lo dio momentos después de que se informara que, según cifras de la Secretaría de Salud, se registraron 5,930 contagios y 345 muertes causadas por la enfermedad de COVID-19 en México, lo cual da un total de 1,255,974 casos positivos y 114,298 defunciones.
A pesar del momento que vive la capital, el director general de Epidemiología, José Luis Alomía rechazó que la Ciudad se encuentre en un contexto de saturación hospitalaria al 100%, aunque aceptó que este rubro se encuentra en un 75% respecto a las camas generales y entre el 68 y 70% en relación a las que tienen ventilador y son usadas para los casos graves de la enfermedad.
Por otra parte, López-Gatell informó este lunes que la aplicación de la vacuna contra COVID-19 elaborada por el laboratorio Pfizer podría iniciar en las últimas dos semanas de diciembre con 250,000 dosis para personal de salud, el cual se extendería a otros grupos de la población conforme avance el año.
Sin embargo, a pesar de que esta información es un avance importante para los habitantes del país, las autoridades sanitarias aseguraron que la epidemia de coronavirus aún no ha terminado, además de que se espera que los contagios continúen hasta primavera, por lo que resulta fundamental seguir atendiendo a las medidas de higiene y distanciamiento social para frenar la propagación del virus SARS-CoV-2.
A pesar de que durante todo el año se distribuirá la vacuna en contra de la COVID-19, recalcó que en este momento las dosis son escasas, de tal manera que únicamente las suministrará el gobierno federal como considere adecuado para disminuir los índices de mortalidad y proteger a los grupos que se encuentran en mayor riesgo.
Cabe destacar que el país carece de ultra congeladores, es por esta razón que el primer lote se aplicará de inmediato al personal de salud de Ciudad de México y de Coahuila. Las dependencias responsables de llevar a cabo este proceso serán el Ejército mexicano y autoridades sanitarias.
Después se cubrirá a la población vulnerable, descendiendo hasta aquellos que tienen menor riesgo de contagiarse por edad y condición médica. De esta manera es como se tiene previsto alcanzar la inmunidad de rebaño sin la necesidad de vacunar a toda la población.