La noche fue interminable para los habitantes de la ciudad de Villahermosa, capital de Tabasco. Muchos de ellos, no pudieron dormir, y siguieron con tensión las noticias sobre la evolución del río Grijalva, que amenazaba con desbordarse. Decenas de residentes incluso, salieron a la calle y trabajaron junto a las autoridades para colocar costales de arena en el Malecón “Carlos A. Madrazo”, donde se registraron dos filtraciones que durante horas alarmaron a la ciudad.
El domingo por la tarde, el caudal del río ya presentaba niveles preocupantes. Se encontraba a solo 80 centímetros del límite, y en las siguientes horas, la situación se agravó. Según informó a través de un comunicado en Twitter el gobernador de la entidad, Adán Augusto López, las filtraciones que se presentaron en la zona del malecón procedían del subsuelo, y no se debían a un rebose del Grijalva. A pesar de esto, el agua recorrió la avenida y cubrió a los ciudadanos hasta la altura de las rodillas.
“Respecto a las filtraciones en el malecón de Villahermosa les informo que estas se dan por el subsuelo y que el agua escurre las alcantarillas hacia el cárcamo de malecón. De ser necesario, se colocarían bombas de achique aunque en este momento el muro tiene todavía más de 70 centímetros de margen y se espera ya inicie un descenso lento de sus niveles”, informó el mandatario, alrededor de las 21:00 horas.
Un equipo de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS), liderado por Mariano Aguado, inició entonces un operativo para encostalar el área y formar una represa alrededor. A ellos se unieron militares, autoridades locales, y también civiles, que nerviosos, trabajaron a contrarreloj para evitar que la inundación afectara a las calles más cercanas. A final sí fue necesario bombear el agua almacenada.
“Ya controlado la zona Cicom, se instaló doble costalera para evitar la fuga del río hacia esa zona. En el malecón se controlaron dos escurrimientos. El río está 50 centímetros por debajo del nivel del muro y se reforzó el muro con costalería. Un estructuralista revisará la estructura del muro para poder represar y controlar los nuevos escurrimientos”, explicó Adán Augusto López durante la madrugada.
Aunque varios medios locales reportaron que las autoridades habían comenzado a evacuar a la población de Villahermosa, tanto el jefe del gobierno estatal como Protección Civil desmintieron la información, y aseguraron que por el momento, no es necesario trasladar a los vecinos.
“Las filtraciones en Malecón se registran desde el paso peatonal hasta lo que se conoce como parque lineal, se siguen presentando pero hasta este momento no afectan a tal grado de que haya necesidad de evacuar a los vecinos de las zonas aledañas”, indicó el gobernador.
Las fuertes lluvias registradas en las últimas semanas en el sureste del país, por las tormentas tropicales Gamma y Eta, el huracán Delta, o los Frentes Fríos 9 y 12, han golpeado una y otra vez a Tabasco, arrasando con viviendas particulares, provocando deslaves y destruyendo tramos carreteros y otras infraestructuras públicas.
Concretamente, el paso este fin de semana del ciclón Eta y del Frente Frío 12, dejó decenas de miles de damnificados y un saldo de dos víctimas mortales en la entidad. Solo una semana antes, las precipitaciones generadas por el sistema frontal nueve habían afectado a 77 mil personas, 13 mil viviendas, y un fallecido.
De acuerdo a la información más reciente proporcionada por el gobernador, además de la situación en el río Grijalva, la zona más afectada del estado es Macuspana, donde existen muchas comunidades arrasadas por los eventos meteorológicos de este fin de semana. El Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y Protección Civil trabajan coordinadamente para ayudar a la población.
Mientras, en Tacotalpa la situación mejoró, y ya no se presentan inundaciones en Tapijulapa ni en Oxolotán. Y en Teapa empezó a disminuir el nivel del agua, al igual que en Jalapa.
En las últimas horas, el río Grijalva despertó en los ciudadanos un recuerdo angustioso. Y es que en 2007, su caudal se desbordó y provocó la inundación más severa y drástica en 50 años.